NTVG o STVG ? O El arte de transpirar la camiseta

Viernes a la noche en el Estadio Malvinas Argentinas. Pasados unos minutos de las 20.30 el público cantaba “Oh no te va a gustar, no te va, no te va, no te va a gustar” mientras la oscuridad en el escenario indicaba que algo estaba por pasar. Se escucharon entonces unos segundos de los sonidos electrónicos del primer tema de El camino más largo, el último disco de No Te Va Gustar que le da nombre al tour 2010 de la banda uruguaya. Silencio en el escenario y gritos en los espectadores. Entonces sí, se hizo la luz y la música.

Desde la platea los saltos del campo se parecían al movimiento de las placas de la tierra chocando entre sí. Miles de voces coreaban con todas sus fuerzas “...quiero creer que no estamos a la venta”. En un poco más de dos horas que duró el show los músicos tocaron treinta canciones. Después del último tema, Te voy a llevar, el verso que cerró el recital fue un familiar “Como no sentirme así, si ese perro sigue allí” de Todo un palo de los Redondos, cover tradicional de los NTVG.

La sexta canción (una lástima que acopló justo cuando nombró el tema) de la noche fue un adelanto del nuevo trabajo discográfico que la banda empezará a grabar en Junio. El público parecía estar fuertemente sentido por las letras pero también por las melodías de las canciones que eran acompañadas por vientos y percusiones propias de la música del Uruguay. Así quedó demostrado cuando sonaron, por ejemplo, Cielo de un solo color y Clara. Por unos instantes pareció que el estadio se había llenado de murguistas orientales que entonaban la voz como en un cuplé.

“Bueno, acá es el momento donde se pudre todo, o mejor dicho donde ustedes se escuchan más que nosotros...” dijo Emiliano Brancciari, el cantante, antes de tocar No hay dolor. Emiliano tenía razón, el gran coro otra vez con mucha fuerza cantó “... si todo lo que te lastima el tiempo lo hace durar, hasta que seas conciente de que no te hace daño, si yo no se lo digo a nadie pero me di cuenta, que pudo ser peor que no fue para tanto...”

También antes de tocar De nada sirve a Emiliano pareció escapársele que esa era la canción que más le gustaba: “No se porque dije eso” apuntó y sonrió. Después de El oficial gran parte de los espectadores empezó a entonar el clásico “El que no salta es militar”. Obviamente el estadio saltaba al unísono. La frase que retumbó más de este tema fue una casi rapeada: “una puteada, un facho, un demente, el ritmo de las balas sigue marcando el compás”

No te va a Gustar se fue diciendo “... Se va, se va la murga, está murga siempre volverá” y terminó el recital con Emiliano callando la música con los últimos golpes a la batería. En la salida muchos seguidores de la banda se agolpaban en el stand de ventas de remeras dentro del predio del estadio. Mientras despacito salían caminando por la calle Gutenberg, algunos conversadores, otros con las caras traspiradas y voces roncas, pero todos con el mismo fin, volver a casa.
Clara Abreu para DeAcaaaa!!